6ª ENTREGA LAS OTRAS PINTURAS DE LA CAPILLA DEL SAGRARIO. Tras recorrer la historia y anécdotas de las pinturas del Sagrario, haber profundizado en el conocimiento de su deterioro actual y analizado los dos principales murales, cerramos estos artículos aportando un breve estudio del resto de las imágenes que en esta capilla se representan. Tomás L. Chaves Antolín Es habitual que cada artista busque datos y referencias tanto en la vida real como en obras de otros artistas. Es el caso de Juan de Juanes que parte de la Última Cena de Leonardo da Vinci en el aspecto espacial y de interrelación y expresividad de los apóstoles, para pintar la suya, lo que no quita la impronta personal que el artista confiere a su obra. LA ÚLTIMA CENA de Leonardo Da Vinci se encuentra en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie, en Milán (Italia). De este modo, el resto de la iconografía del Sagrario pintada por Rafael Blas, se nutre de distintos autores para llegar a concebir la composición final con los rasgos propios de nuestro pintor. Por ello, mas que un análisis desde un punto de vista subjetivo, nos detendremos en las fuentes donde se inspiró. Junto a lo expuesto y para situarnos en el porqué son estos santos y no otros los representados, se acompaña de una breve biografía y el porqué de su relación con este espacio sagrado. Comenzamos por las pinturas bajo el arco de acceso. ARCO DE ENTRADA A LA CAPILLA El arco de entrada al Sagrario está flanqueado por dos de los más importantes Doctores de la Iglesia. Mirando desde el interior (foto) San Agustín a la izquierda, Santo Tomás a la derecha y el Cordero Pascual en el centro. EL CORDERO PASCUAL Centro del arco de entrada. Rodeado de volutas florales y frutas, vemos el Cordero Pascual, como representación del sacrificio de Cristo, portando el estandarte con la cruz y echado sobre el Libro de los siete sellos. El libro del Apocalipsis, atribuido a San Juan, es el último libro del Nuevo Testamento y el único de carácter profético. En el capítulo 5 se menciona un rollo, o libro, que será presentado ante Cristo en el cielo y que tiene siete sellos, los cuales representan una serie hechos previos al regreso de Jesús. LA CUSTODIA Arco de la bóveda sobre la entrada Aunque poco hay que añadir sobre esta representación de todos conocida, solo apuntar algo sobre su historia. LA CUSTODIA u ostensorio (ostensorium, del latín ostentare, "mostrar") tienen su origen a mediados del siglo XIII cuando se instituye la fiesta del Corpus Christi). Rafael Blas nos la muestra rodeada y sostenida por querubines y dos angelotes, en una iconografía celestial propia de las pintadas por Murillo en sus Inmaculadas. SAN AGUSTÍN DE HIPONA Aurelius Augustinus Hipponensis es el nombre latino de San Agustín de Hipona. Nace el año 354 en Tagaste (Argelia) y muere en Hippo Regius, en el año 430. De azarosa vida, en su libro CONFESIONES no le duelen prendas en calificar al joven Aurelius Augustus como "irascible, soberbio, díscolo y piélago de maldades". Al tiempo, su inquietud y capacidad intelectual le llevarán mas allá de esa vida que tanto le marcará, abrazando el maniqueísmo, doctrina religiosa que profesa durante diez años. En el 384 es profesor de oratoria en Milán donde escucha a San Ambrosio, obispo de la ciudad. Allí profundiza en el estudio de los neoplatónicos que también van minando sus convicciones maniqueístas. Finalmente en el año 387 pide el bautismo al prelado y se convierte a la fe de Cristo. Padre y Doctor de la Iglesia, es uno de los pensadores más influyentes de la tradición occidental, siendo la base de la filosofía y teología hasta mediados del siglo XIII en que se hace presente Santo Tomás de Aquino. La representación de este santo en la Capilla del Sagrario viene no solo de las homilías y diversos textos que dedica a la Eucaristía, sino también, y según manifiesta en muchos de sus escritos, por el significado regenerador que el Sacramento tuvo en su propia vida y cómo lo proyectó hacia los demás. ¿Pero de dónde parte Rafael Blas para su pintura? San Agustín es uno de los santos que mas artistas han llevado al lienzo y no menos ilustradores a estampas, por lo que las referencias estaban por doquier. Y, sin arriesgar mucho en la certeza de esta opinión, recurre tanto a ellas como de nuevo a un cuadro del Museo del Prado. En este caso, para representar el rostro del santo, tomará como modelo el que realiza Juan Pantoja de la Cruz en 1601 y que, como veremos más adelante, invierte en horizontal para que mire hacia el interior de la capilla. SANTO TOMÁS DE AQUINO De familia noble, nació en 1225 en el castillo de Roccasecca, ubicado en las cercanías de Aquino, entonces reino de Nápoles. Muere el 7 de marzo de 1274. Es uno de los pensadores más destacados de la Edad Media, siendo considerado el principal referente de la escolástica, la corriente teológico-filosófica basada en aunar la fe y la razón. Llevó una vida dedicada al estudio, la enseñanza y a la escritura de su pensamiento, ejerciendo como maestro de teología desde la cátedra de la universidad de París, además de en Nápoles, Orvieto, Roma y Viterbo. Por encargo del Papa Urbano IV compuso cinco himnos para la festividad del Corpus Christi: "Pange Lingua", "Adoro te devote", "O Salutaris Hostia" y "Panis Angelicus". (Estos himnos, se incluyen como fondo musical en el vídeo producido para mostrar el detalle del deterioro de las pinturas del Sagrario). ACCEDE AL VÍDEO AQUÍ Para Tomás de Aquino, la Eucaristía es el eje espiritual de su vida y será en una de sus obras la Summa Theologica, donde más aporte al respecto. Summa Theologica - Parte III - Cuestión 73 a 83 Todo lo cual son datos suficientes para entender que ocupe un lugar tan destacado en la Capilla del Sagrario. En el ejercicio "detectivesco" en busca de la inspiración de nuestro pintor, volvemos a los clásicos y de nuevo Bartolomé Esteban MURILLO, del que Rafael Blas fue un profundo estudioso, será su referencia. En este caso opta por realizar su propia versión del rostro, pintando un Santo Tomás de más edad que el del maestro sevillano. Había donde escoger, pues el de Aquino, por su importancia, es uno de los santos más representado en grabados y lienzos, así como en distintos periodos históricos, destacando Filipino Lippi, Fra Angelico, Rafael, Pedro Berruguete, Velázquez, Zurbarán y como mencionamos, Murillo. Sin duda el más austero y humanizado, sirviendo también de modelo para imágenes dedicadas al culto. SAN PÍO X A la derecha del retablo. Giuseppe Melchiore Sarto, hijo del cartero Giovanni y la costurera Margarita, fue el segundo de los diez hijos del matrimonio. Nació en Riese (Venecia) en 1835. Estudia en el seminario de Padua y es ordenado sacerdote en 1858, Fue obispo de Mantua y cardenal en Venecia antes de ser elegido papa en 1903. Fallece en 1914. | Centró su pontificado en la promoción de la Eucaristía entre los fieles, a quienes animó a recibirla "diaria y convenientemente preparados". También anticipó la primera comunión hacia los 7 años de edad, "cuando el niño comienza a tener uso de razón". Como decíamos en el artículo anterior, fue beatificado en 1951 y canonizado en 1954 por lo que su figura, en el momento en que se lleva a cabo el proyecto pedroseño, tenía la máxima relevancia. Es obvio que desde todas estas premisas ocupe lugar tan destacado en nuestra Capilla Sacramental. En lo formal de la composición artística, son claras la referencias que aportamos: Como puede observarse más abajo, Rafael Blas se basa en dos modelos a los que tiene fácil acceso. La imagen de la izquierda es una antigua estampa, habituales en la época y seguramente impresa poco después de la muerte de este Papa. Tanto la sotana como la capa y la cruz, así como el escorzo, no dejan lugar a dudas de que es la principal referencia de nuestro pintor, mientras que la posición de los brazos y el cáliz, que Rafael Blas enfatiza, están sacados de la escultura que del Pontífice existe en la catedral de Cádiz. SAN JUAN DE RIBERA A la izquierda del retablo. Hijo natural del noble Per Afán de Ribera, nació en Sevilla en 1532. Estudió Humanidades y Teología en la Universidad de Salamanca; en 1562 fue nombrado obispo de Badajoz; Patriarca de Antioquía en 1568 y poco después Arzobispo de Valencia de 1568 a 1611 en que fallece.( La Eucaristía formó parte esencial de su vida que se manifestó, entre otras cosas, con la creación del Real Colegio-Seminario del “Corpus Christi”. ya que unido a esta devoción, estaba su gran interés porque el ministerio sacerdotal tuviese una adecuada formación. Así que derivamos de lo expuesto, su presencia en el Sagrario pedroseño. Para pintar a San Juan de Ribera, Rafael Blas parte de modelos concretos, realizados a partir del cuadro de Juan Sariñena (c. 1545 - 1619) donde puede observarse claramente, la fidelidad del rostro de el del Sagrario con estos modelos del santo sevillano. El cuadro, con marco fastuoso y pintado en 1606, se encuentra en la Sala Rectoral del Museo del Patriarca del Real Colegio y Seminario del Corpus Christi en Valencia. Al tiempo, opta por vestirle con el mismo ropaje que lo vemos más abajo, sentado, ejerciendo su ministerio como Arzobispo y Virrey de Valencia. Y no sería aventurado decir que, tanto la muceta como el roquete, parten de ese cuadro. Sin embargo, al ser una composición donde el personaje va de pie dentro de la hornacina, decide, curiosamente y a partir de la cintura, continuar con la referencia de San Pio X en la escultura que hemos visto anteriormente donde, pliegues de la túnica encajes y zapato, tienen fiel referencia. La decisión de entonar en azules hacia morados, pudo estar en el primero de los cuadros que vemos sobre estas líneas a la izquierda, donde el santo se postra ante la Custodia del que, sin duda, también parte para la composición final en la que incluye la capucha. LOS CUATRO EVANGELISTAS Pechinas de la cúpula. Afirmaba Ireneo de Lyon (130-202), que los cuatro Evangelios eran los cuatro pilares de la Iglesia y no sería descabellado aventurar, que el lugar que ocupan sus autores, Mateo, Juan, Marcos y Lucas, en las pechinas que soportan la cúpula del Sagrario, tuviera algo que ver con aquella afirmación. Por otro lado, es habitual esta representación en dicho espacio arquitectónico. Las más cercanas, la Iglesia del Divino Salvador en Carmona o los bajorrelieves de la Capilla de la Piedad (el Baratillo) en Sevilla. Y si de la Eucaristía hablamos, ningún referente será más acorde que aquel donde se narra en estos libros sagrados su institución en la Última Cena. Eso sí, con la salvedad del Evangelio de Juan que deja sin citar este y algún episodio más, ya escritos en los otros tres; aunque al caso, lo deja explícito en Juan 6, 48-56. Como es sabido, la iconográfica de los Evangelistas es prolífica, pero en esta ocasión Rafael Blas, opta por realizar su propia composición, recurriendo solo a los rasgos fisonómicos y más comunes con que son representados, pero mostrando su maestría en el dibujo y composición. ELÍAS Y EL ÁNGEL Arco de la bóveda a la derecha del altar. Resulta curioso que los frescos que Rafael Blas realiza sin recurrir a referentes de cuadros de algún pintor reconocido, estén a una altura difícil de contemplar. Es el caso de los apóstoles de las pechinas y el tondo de Elías y el Ángel, enmarcado dentro del arco que sustenta la bóveda, a la derecha del retablo de la Capilla del Sagrario. Pese a ello, el pintor establece una cercanía conceptual de los protagonistas con el expectador, verdaderamente proverbial. Este relato bíblico - 1Reyes 19, 1-8 - se considera como otro de los antecedentes de la Eucarístía. Nos cuenta la huida del profeta ante el anuncio de su captura y muerte por parte de la Reina Jezabel. En el camino y ya sin fuerzas implora a Dios que le quite la vida. Refugiado bajo un árbol queda dormido pero un Ángel le despierta: “Levántate y come (...) y vio a su cabecera una torta cocida y una vasija de agua. Comió y bebió y luego volvió a acostarse; pero el ángel de Yahvé vino por segunda vez y le tocó, diciendo: Levántate y come, porque te queda todavía mucho camino. Levantóse, pues; comió y bebió, y anduvo con la fuerza de aquella comida cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, Horeb." En 2018, finalizábamos con este último de los artículos dedicados a la Capilla del Sagrario de El Pedroso, haciendo un llamamiento general a la toma de conciencia y a participar en pos de su restauración, Hoy, tres años después, nos alegra que desde la propia parroquia se haya tomado la iniciativa, con lo que no nos cansaremos de felicitar a D. Francisco Gordón y con él a cuantas personas se han implicado. También en la forma en que ha unido fe y patrimonio, entendiendo que sin la primera no existiría la segunda, así, en un "todo" y entre todos se conseguirá el objetivo. Por nuestra parte, siempre estaremos en disposición de colaborar. Y a los lectores, gracias por el interés mostrado y por la divulgación. |
0 Comentarios
Tu comentario se publicará después de su aprobación.
Deja una respuesta. |
AutorAsociación Cultural LA MEMORIA PRODIGIOSA.
José Mª Durán Ayo ARTÍCULOS DE José Mª Durán Ayo MÁS ALLÁ DE MI MEMORIA. José María Odriozola Sáez CUADERNILLOS DEL ARCA DEL AGUA. Luis Odriozola Ruiz Archivos del blog por MES
Noviembre 2022
|