2ª ENTREGA RAFAEL BLAS RODRÍGUEZ, apuntes sobre su vida y obra. Rafael Blas Rodríguez Sánchez nace en Sanlúcar la Mayor el 3 de febrero de 1885 y es el menor de seis hermanos de una sencilla familia. Con dieciséis años camina desde su pueblo a Sevilla en busca del horizonte artístico con el que siempre soñó. Y ciertamente camina, pues el ahorro del billete del tren le proporcionó un buen número de lápices de colores, máximo cromatismo que por entonces podía permitirse en sus dibujos. En Sevilla ya se había instalado su hermano Juan Antonio. A principios del siglo XX, la ciudad era un atractivo para la población rural que buscaba mejorar económica y socialmente y la actividad industrial sevillana en las primeras décadas del siglo ofrecía amplias posibilidades de ofertas de trabajo. El desarrollo económico y la instalación de una clase burguesa tanto agrícola como industrial serán los mejores mecenas y clientes de Rafael Blas. No tarda mucho en trabajar en dos talleres de decoración y restauración, que alterna con sus estudios en la Escuela Industrial de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos y de Bellas Artes. En esta etapa académica tuvo como maestro a Virgilio Mattoni y se relacionó con pintores ya reconocidos como Gonzalo Bilbao y José M.ª Labrador. Sus estudios los finaliza en octubre de 1906, con gran reconocimiento de su valía, como consta en su diploma acreditativo. Pronto desarrolla un estilo propio con un cuidado dibujo y elegantes composiciones practicando distintas técnicas. Su trabajo cotidiano en diversas tareas artísticas lo compagina con la pintura de algunos encargos, a la vez que continúa su formación tanto pictórica como intelectual. Participa activamente en la vida cultural de la ciudad y comparte tertulias con los intelectuales del momento, siendo él uno de los asiduos en las reuniones artística del sevillano y ya desaparecido Café “Novedades” en La Campana. La calidad de su obra pronto es reconocida y distintas instituciones y personalidades la demandan, adquiriendo prestigio y cotización. Entre otros, pinta sendos retratos al cardenal Almaraz, el primero de los cuales se conserva en la galería del Palacio Arzobispal de Sevilla y en su biblioteca el segundo, fechados en 1918 y 1920. En este año de 1920 se casa con Amalia Hernández Amado transladando su domicilio y taller al barrio del Arenal, allí recibirá los encargos mas importantes, tanto de particulares, en murales para comercios, retratos, bodegones ... como de las parroquias y conventos. En esa época pinta los retablos neogóticos de la Parroquia de San Pedro en Sevilla (En la foto de abajo) y distintas obras para el Hospital de la Santa Caridad, Los Venerables, etc. Pero sus pinceles no están sólo en instituciones religiosas. La preparación de la Exposición Iberoamericana de 1929 fué un incentivo económico para la ciudad y para sus industrias locales, sobre todo construcción y cerámica, y nuestro pintor también dejará su impronta en alguno de estos edificios, entre ellos en el Hotel Alfonso XIII, el Teatro Lope de Vega o el Coliseo España, estas últimas desaparecidas cuando una entidad bancaria adquirió el edificio. La ignorancia y falta de sensibilidad es manifiesta. El Hotel Alfonso XIII en una postal de la época. A mediados de la década de los años treinta, Rafael Blas Rodríguez es el restaurador del Museo de Bella Artes de Sevilla, tarea que extiende a magníficas obras fuera de él, como "El Juicio Final" de Herrera el Viejo en San Bernardo o la "Santa Isabel de Hungría" de Murillo, en la Iglesia de la Santa Caridad. (Foto) No da este espacio para el detalle exhaustivo de su obra que, en definitiva, fue su vida. Desde aquellos lápices de colores de 1901, a 1920 en la que quizá fuera su primera incursión en un espacio dedicado al culto, decorando la capilla de la Iglesia del Torviscal (abandonada y las pinturas desaparecidas) habían pasado diecinueve años de intensa formación, tanto intelectual como artística. De ahí en adelante, su amable estilo de preciso dibujo, pincelada expresiva y una gama cromática extraída de los grandes maestros, a los que admiraba y conocía en profundidad, serán su pauta, pero sin renunciar a cualquier temática, técnica o soporte, sea acuarela, temple, óleo… Y aunque sus obras más conocidas las realizará en los grandes espacios murales de >>> | Mural de "la multiplicación de los panes y los peces" en la Parroquia de Almonte. Copia del cuadro de Murillo en el Hospital de la Caridad de Sevilla. capillas e iglesias, sobre todo a partir de los desastres de la guerra civil, fue también un gran pintor de caballete, tanto en lienzo como en tabla. Paisajes, bodegones o retratos saldrían de su estudio y de tan extraordinaria factura como el de Rafael Sánchez Romero, fundador de la afamada empresa de jamones, realizado en 1933. Rafael Blas en su estudio (Foto cedida por la familia) Entre los grandes cuadros de altar tenemos, en nuestra comarca de la Sierra Morena de Sevilla, una extraordinaria representación realizada para el Altar Mayor de la Parroquia de Santa María de la Asunción de Guadalcanal en 1955, donde pintó las cuatro tablas centrales del retablo. Las cuatro tablas de la Iglesia Parroquial de Guadalcanal en el Altar Mayor. Fotos Mª Dolores Maldonado Cabezas. Trabajó de manera incansable, por lo que nos legó una producción muy importante. Además de lo citado, podéis consultar en este enlace una aproximación de su obra a partir de 1939, extraído del estudio publicado por el catedrático Juan Miguel González Gómez. En él no data la intervención del artista en nuestra Capilla Sacramental en la fecha que nos consta. Sí recoge este investigador, que “en 1958, vuelve a actuar como muralista en el Sagrario de la iglesia de El Pedroso”. Los datos recogidos por nosotros no refieren esta "vuelta" mas allá del artículo citado en la revista de Feria 1958. La cursiva de más arriba es la literalidad del autor citado, incido en pensar que se debe a la falta de datos existentes, también para él, aunque quizá dispusiera de otros que desconozco, donde Rafael Blas “vuelve” a El Pedroso ¿para concluir algún espacio inacabado de la mencionada capilla?, referencia que tampoco hemos encontrado. Lo cierto es que el documento fotográfico de la inauguración, presidida por el Cardenal Segura, fallecido en 1957, no deja dudas de que la mencionada inauguración no fue en 1958 como bien recoge el reverso de uno de los muchos recordatorios que conservan los pedroseños: 19 de Abril... Año Mariano 1954. Rafael Blas falleció el 3 de febrero de 1961, a la edad de 76 años, que precisamente cumplió ese mismo día. Un cierre ordenado en el espacio y en el tiempo, para un artista que reflejó el equilibrio de las formas, de la luz y el color en toda su obra. |
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AutorAsociación Cultural LA MEMORIA PRODIGIOSA.
José Mª Durán Ayo ARTÍCULOS DE José Mª Durán Ayo MÁS ALLÁ DE MI MEMORIA. José María Odriozola Sáez CUADERNILLOS DEL ARCA DEL AGUA. Luis Odriozola Ruiz Archivos del blog por MES
Noviembre 2022
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