EPÍLOGO: LOS SUEÑOS PENDIENTES Manuel Aranda Carrera, el pedroseño que nació con el siglo XX, justamente el primer día de enero de 1900, fue un hombre longevo. Llegó a la juventud con los sueños perdidos de los años 20, fue testigo de la trágica Guerra Civil y de la dureza de la posguerra y alcanzó a vivir las consecuencias que tuvo para su pueblo el drama de la emigración. Murió a los 91 años, en Sevilla, en vísperas de Reyes, el 5 de enero de 1991. Durante su larga vida conoció y convivió con los pedroseños que han ido apareciendo en estas páginas: Pepito Doña Eugenia, Jiménez Tonterías, Miguel el sochantre, doña Concha la Médica, Maristany, el cura don Manuel Fernández, Capachín, Ángel Rubio, “La Quesita”, Segundito y “el Doctor”, Waldo Cataño, Venancio Cantarero y tantos otros personajes. Todos ellos, ya fallecidos, se antojan protagonistas de una obra teatral que se ha desvanecido en el tiempo. Han vuelto a estos recuerdos de papel, gracias a la memoria prodigiosa de otras generaciones que también miran ya al pasado “desde la última vuelta del camino” en expresión barojiana. Las calles y plazas pedroseñas, donde aquellos personajes representaron los papeles que el destino les asignó, siguen siendo las mismas, pero ahora, durante muchos tramos del día, suelen estar extrañamente solitarias, quietas y silenciosas. El silencio y esa quietud se rompen a mitad del día cuando por la costanilla de la |
Barriada de San Cristóbal bajan en tropel los alumnos del Instituto de Secundaria “Anibal González”. Chichas y chicos, juntos y sin complejos, libres, mochilas a la espalda y móviles en la mano, se dispersan hacia sus casas. No hablan de arrobas ni de barreños, de catafalcos o estraperlo, de fanegas o majadales, de hisopos o matracas, de tahonas, tinados o zahúrdas: su lenguaje es el de los blogs, las webs, podcast, sms, chats, whatsapp, twitter, fake, gamer o hacker. Es el signo de los tiempos. Han tenido clases y talleres de tecnología, de idiomas, de ciencias aplicadas, de lengua y literatura, de música o de creación audiovisual. Y sueñan con ser biólogos, médicos, ingenieros, maestros, informáticos, economistas, enfermeros, filólogos, periodistas, psicólogos o técnicos. Tienen sus sueños pendientes. Pero, ¿los perderán como se perdieron los sueños de Elorza, Zabalza Tajonar, Larraz, Rubio, Latorre, Guerra Sevillano o Serrano Jiménez? ¿Qué haremos, y qué harán ellos, para que sus sueños pendientes sean realidades futuras para su pueblo? La historia nos ha dado una gran lección. Aprovechémosla. El Pedroso, otoño de 2017. PRÓXIMO. Con nombres en cada apartado.
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AutorAsociación Cultural LA MEMORIA PRODIGIOSA.
José Mª Durán Ayo ARTÍCULOS DE José Mª Durán Ayo MÁS ALLÁ DE MI MEMORIA. José María Odriozola Sáez CUADERNILLOS DEL ARCA DEL AGUA. Luis Odriozola Ruiz Archivos del blog por MES
Noviembre 2022
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